El realismo de Marcel: “Para recuperar lo perdido en el último año, queda un largo y dificultoso camino”
En su presentación del IPoM ante el Senado, el presidente del Banco Central le advirtió a los parlamentarios que los escenarios de riesgo más negativos aun están presente e identificó seis desafíos de cara a la recuperación.
- T+
- T-
Una economía que habrá retrocedido al menos siete años es el saldo que dejaría el paso de la pandemia, junto al impacto que tuvo el estallido social a fines de 2019, planteó el presidente del Banco Central, Mario Marcel.
Utilizando como medida el ingreso per cápita, les graficó a los parlamentarios que los años de bajo crecimiento, la crisis social y la crisis del Covid-19 "solo nos permiten proyectar" para 2025 que esta variable habrá acumulado un aumento 25% respecto su valor en 2008, lo que contrasta con la posibilidad de doblar dicho nivel si el empuje económico se hubiese mantenido como el registrado entre 1990 y 2008.
"Para siquiera recuperar lo perdido en el último año queda un largo y dificultoso camino, lleno de desafíos y riesgos”, sentenció al presentar el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre ante la Sala del Senado.
De cara a la recuperación, el economista advirtió que será "responsabilidad de todos" el que sea "más rápida, más robusta, más sostenible y más equitativa que en otras crisis económicas de nuestra historia"
En este escenario, Marcel identificó seis “grandes” desafíos a considerar, que de todas formas “exceden largamente los mandatos y competencias del Banco Central”.
Empleo como prioridad
Recuperar el mercado laboral; reducir significativamente la incertidumbre; suavizar la transición de los hogares y empresas desde una fase de apoyo en emergencia a una de reactivación; recuperar los sectores más afectados por la pandemia; revitalizar las inversiones y elevar la capacidad de crecimiento de largo plazo, son los ejes centrales que identificó Marcel.
Para el empleo manifestó que requiere ser abordado con “urgencia, decisión y realismo”. Su consejo fue “tomar en cuenta la situación de sectores especialmente afectados por la pérdida de empleos, como las mujeres, así como aprender de las lecciones sobre la debilidad que significa la alta informalidad laboral”.
Apuntando a que el país “está a punto de completar un año muy por encima de sus niveles históricos” de incertidumbre, el ejecutivo sentenció que es prioritario reducirlos “significativamente”.
Explicó que “estos niveles de incertidumbre tienen causas diversas, pero debemos tener claro que la economía y la sociedad chilena difícilmente podrán soportar la prolongación o intensificación de la misma, sin un daño más permanente sobre el emprendimiento, la inversión y el empleo”.
Respecto de la transición de las acciones del Gobierno desde la contención de la emergencia al impulso para la reactivación, señaló que se “desaconseja tanto el término abrupto de los programas de apoyo, como una prolongación indefinida de los mismos”.
Para la reconvención y recuperación de los rubros más afectados económicamente por la crisis sanitaria como el turismo, el transporte, restaurantes, hoteles y parte del comercio, dijo que se necesitaran inversiones en infraestructura, modos de provisión, adecuación de la cadena logística e incorporación de tecnología, los que “difícilmente ocurrirán solo por la operación de las fuerzas de mercado”.
Sobre la materialización de inversiones y aumentos de los niveles de actividad, indicó que será vital para asegurar el financiamiento de las iniciativas "un flujo sostenido de crédito, en condiciones abordables, por parte de un sistema financiero capaz de cumplir sus funciones de intermediación y distribución del riesgo de manera eficiente”.
En lo referente a la capacidad de crecimiento de largo plazo anunció que “en este informe no se han actualizado las estimaciones de crecimiento tendencial de nuestra economía, debido a las limitaciones de información para una estimación afinada”. No obstante aquello aseguró que es “evidente que en los últimos meses han aparecido factores que podrían presionarlo a la baja”.
“Mayores costos asociados a la seguridad y el distanciamiento social en la prestación de servicios, así como costos de transacción superiores ante la mayor incertidumbre y el deterioro de la confianza apuntan a reducir la productividad, mientras que costos de contratación más elevados, la baja inversión y la quiebra de empresas, pueden afectar la disponibilidad de trabajo y capital”, explicó.
Los riesgos de un panorama más adverso siguen presente
Si bien reconoció que este informe recoge una estabilización de la economía, desestimó que ello pudiese ser interpretado como una visión optimista al responder a las consultas de los senadores.
Durante su discurso, aseveró que la posibilidad de escenarios de riesgo más negativos, especialmente asociados a las cicatrices económicas que la pandemia está dejando, sigue presente.
“Especialmente importante será evitar la inestabilidad financiera producto del deterioro de la cartera de créditos, el costo de fondeo o la pérdida de liquidez”, les indicó.
En esta dirección, puso el acento en que “ya sea por cambios regulatorios y/o por un deterioro más marcado de la capacidad de repago de hogares y empresas. Si se produjera un estrangulamiento del crédito, éste se transformaría en un amplificador de la recesión”.
Las frases destacadas de la jornada
La realidad con la que hay que lidiar: “Si uno compara las proyecciones actuales de actividad económicas con las que tenía el propio Banco Central antes del estallido social, eso da una diferencia de 10% para este año. De esa diferencia, alrededor de 2/3 corresponde al impacto de la pandemia y el resto al estallido social”.
“El hecho de que se están corrigiendo las proyecciones -en el sentido que sean menos negativas para 2020- está muy lejos de la autocomplacencia”.
“En estos momentos hay muchos programas en operación, muchos beneficios distintos. Eso no quiere decir que todo el mundo los esté recibiendo ni que todo el mundo esté recibiendo alguno (…) La verdad es que en estos momentos se va haciendo muy necesario tener la capacidad para evaluar”.
Mercado laboral y rol de las empresas: “La convicencia de los riesgos de contagios con la cesantía son parte de las realidades con las que vamos a tener que convivir”
“El retroceso (de la participación femenina en el mercado laboral) es particularmente costoso, particularmente doloroso y hay que buscar la manera que en las políticas que se implementen eso sea adecuadamente reconocido y mitigado”.
“Si se quiere incentivar la contratación de trabajadores, eso tiene que ocurrir a través de las empresas. Es importante de tener en mente”.
“La dinámica de la economía depende de lo que ocurre en el ambito de la salud. Por lo tanto, lo mejor que le puede a ocurrir a la economía en estos momentos es que las personas ajusten su comportamiento, que la capacidad del sistema de salud mejore, que se sigan estrategias adecuadas de monitoreo y de tratamiento de los casos”.
Sobre créditos Fogape: “Lo que ocurra con las garantías Fogape es algo que está más bien en el ámbito del Ejecutivo. En el caso nuestro no vemos en este momento una necesidad inminente de ampliar los coloterales que sirven de garantía”.
Retiro del 10%: “El aumento del consumo que se financia con el retiro de los ahorros previsionales es transitorio, pero está ocurriendo en un momento de mayor debilidad de ingresos y de actividad. Entonces es algo que fue oportuno”.
“Quiero ser claro: el Banco Central, no jugó, no se involucró en la discusión del retiro del 10%”.
“La única ocasión en que hicimos referencia al tema (del retiro del 10%) fue en una sesión especial de la comisión de Hacienda del Senado donde nuestro primer planteamiento fue: hay involucrados temas previsionales que no son parte del mandato del Banco Central y por lo tanto, no nos podemos pronunciar respecto de ellos”
“Cuando se abordaron efectos macro (respecto del retiro del 10%) señalamos que había que tener cuidado con el efecto que pudiera tener esto sobre las tasas de interés de largo plazo”
“La preocupación del Banco Central fue cómo ayudar a que este proceso no generara efectos negativos para la economía (…) lo que otros actores hayan aseverado respecto de los impactos que puedan tener la reforma agradecería que no se sumara al Banco Central a este juicio”.
Discusión del salario mínimo: “Respecto al reajuste del ingreso mínimo y la inflación lo único que podemos decir es que en estos momentos la infalción está por debajo del 2,5% y solo va ir convergiendo gradualmente a la meta del 3%”
“No estamos en un período particularmente inflacionario, pero por supuesto las decisiones y la forma en que se desarrollen las negociaciones en torno al ingreso mínimo no es una materia que sea de competencia del Banco Central”.